Te dije que mi corazón no podía romperse más. Me equivoqué.
Los límites del dolor se desarman y rearman a su antojo cuando me transformás en tu depósito de deseos inconclusos y viscosos.
En el lugar seguro, y ahora incómodo.
La nada es lo único seguro, sabés? Todo el resto es una idea incomprensible del amor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario